Reseña de Orgullo y prejuicio, Jane Austen

Título: Orgullo y prejuicio (Pride and Prejudice)

Autora: Jane Austen

Editorial: publicado en varias editoriales

Nº de páginas: 544

Encuadernación: tapa blanda (edición de bolsillo)

Fecha de publicación: 2006

Precio: 9'99 € (edición de bolsillo)

Libro único

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SINOPSIS

Orgullo y prejuicio –escrita por Jane Austen a los veintiún años y publicada por ella misma, que la firmaría con seudónimo, en 1813, tras ser rechazada por varios editores– es una novela de amor o, mejor, una novela de enamorados. Bingley y Jane, Darcy y Elisabeth, Lydia y Wickham luchan para obtener el objeto de su pasión, deben jugar el juego que la sociedad en que viven les propone y deben ganarlo. Sin saltarse las reglas, pero con un tesón capaz de vence cualquier barrera, llegarán a toda costa a ese matrimonio que para ellos habrá de marcar el inicio de la felicidad soñada.

Al principio de la novela, la madre de Elizabeth, sus estúpidas hermanas y su hermosa hermana mayor, Jane, están muy animadas debido a la inminente llegada de un caballero llamada Mr. Bingley, que acaba de mudarse a su vecindario. Las jóvenes mujeres están tratando de encontrar un marido ya que, si Mr. Bennet muere, sus posesiones y estatus serían legados a su estúpido primo Mr. Collins. Mr. Bingley pronto cae rendido a los pies de Jane mientras que Elizabeth odia al amigo de éste, Mr. Darcy, un hombre de mal temperamento. Sin embargo, Mr. Bingley, influenciado por su amigo y su hermana, se distancia de Jane. Desde este preciso instante estos personajes, no sólo las jóvenes muchachas sino también los caballeros, tendrán que luchar por sus ideales y sus sentimientos hasta alcanzar sus tan ansiados deseos.

OPINIÓN

Orgullo y Prejuicio es una de las novelas más populares del mundo, escrita por Jane Austen. Este libro nos cuenta la historia de Elizabeth Bennet y su relación con Fitzwilliam Darcy, un caballero perteneciente a la clase alta de la sociedad.

El título “Orgullo y Prejuicio” se debe a las primeras impresiones de los personajes, que son su orgullo y sus prejuicios hacia los demás, dos rasgos presentes a lo largo de todo el libro.

El personaje principal en Orgullo y Prejuicio es Elizabeth Bennet, una joven muchacha muy inteligente con sus propios ideales.

La novela es un retrato del ambiente social de los siglos XVIII y XIX. Pero esta novela es mucho más que una simple historia de amor; es una crítica, en sentido irónico, de los asuntos económicos, políticos, feministas y sociológicos de esta época. Por ejemplo, Austen critica la ignorancia de la gente, y como buenos ejemplos de ello son Mrs. Bennet, Lydia Bennet y Mr. Williams Collins. Mrs. Bennet es una mujer simplona que habla demasiado y está obsesionada con casar a sus hijas cuanto antes; Lydia Bennet, la hermana más joven, sólo ansía una vida de bailes, lujos, cotilleos y flirteos; Mr. Collins es el primo de la protagonista, completamente subordinado a los deseos de su beneficiaria Lady Catherine en todos y cada uno de los aspectos de su vida, tanto que ha olvidado su propia moral y deber.

El realismo social de la novela y la psicología de los personajes nos harán meternos en su piel y vivir sus experiencias.

La primera frase del libro ya nos cuenta cuál va a ser el principal asunto a tratar: “Es una verdad universalmente reconocida que todo hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita esposa”.

Un libro que todo el mundo debería conocer, imprescindible en las estanterías de los lectores más ávidos y culmen de la literatura inglesa.

SPOILERS

“Es una verdad universalmente reconocida que al hombre soltero, poseedor de fortuna cuantiosa, le hace falta casarse.”

“El señor Bennet era una mezcla tan extraña de ingenio, gracia burlona, reserva y capricho, que ni veintitrés años de experiencia habían bastado a su mujer para entender su carácter. El de ella no era tan complicado. Era mujer de cortos alcances, escasa preparación y humor variable. Cuando algo la disgustaba decía que estaba nerviosa. Casar a sus hijas era la preocupación de su vida; las visitas y el cotilleo, su distracción.”

“Era el señor Blingley bien parecido, y su continente, el de un caballero; la expresión de su rostro, agradable; y sus maneras, fáciles y sin afectación. […] Pero su amigo, el señor Darcy, fue pronto el centro de todas las miradas porque era alto, elegante, de rasgos hermosos y noble actitud.”

“En mi opinión, Lizzy no pierde mucho con no serle de su gusto; es un hombre de lo más antipático y repelente; nada se pierde con no gustarle. ¡Qué insoportablemente orgullo y fatuo es! Iba de acá para allá y de allá para acá creyéndose un gran personaje.”

“Son muchos los que fingen ser ingenuidad; ingenios de verdad se encuentran pocos. Pero tú eres la única que se permite ser ingenua sin ostentación ni cálculo, la única que se queda con lo bueno de todos, lo realza hasta convertirlo en mejor, y se calla todo lo malo.”

“Ocultando sus pensamientos al hombre a quien ama, una mujer puede perder la ocasión de despertar su amor, y es un triste consuelo para ella pensar que nadie se ha enterado de que estaba enamorada. […] Su iniciación puede ser espontánea y empezar como una sencilla preferencia, cosa muy natural; pero somos pocos los que tenemos suficiente valentía para enamorarnos del todo si la otra parte no nos anima.”

“La distancia no significa nada cuando hay una razón.”

“Si un día decido marcharme de Netherfield, es posible que a los cinco minutos de pensarlo ya esté fuera. Sin embargo, creo que he echado raíces por ahora.”

- “Nada más capcioso –exclamó Darcy– que las apariencias de humildad. A veces nacen de la pereza para sostener una opinión y a veces son un modo indirecto de elogiarse a sí mismo.”

“En cuanto al orgullo…, donde existe una verdadera superioridad de inteligencia, el orgullo está siempre bien regulado.”

“¡Dios no lo quiera! Es la peor desgracia que pudiera ocurrir. ¡Encontrar simpático al hombre que una está dispuesta a odiar!”

“Nada contestó Elizabeth y ocupó su lugar en el grupo, asombrada de haber llegado a que le concediesen el honor de formar pareja con el señor Darcy, y leyendo en las miradas de sus vecina el asombro que experimentaban observándolo.”